sábado, 29 de noviembre de 2008

Cuento de Navidad (Concurso de Navidad)




En una casita cerca de una aldea perdida entre montañas y bosques, vive una viejita que todos llaman María.
Tiene perros, gatos, gallinas, una oveja, una cabra y hasta una mulita.
En la aldea nadie sabe de dónde viene ni cuántos años puede tener.
Cuando le preguntan, siempre responde lo mismo:
ohhhhh....creo que tantos como arrugas en mi cara.......quizá ...2000? y sonriente se vuelve a su casa.
No se sabe que tenga familia , aunque entre la gente del pueblo se murmura que María tuvo un hijo que murió joven. Ella jamás dijo una palabra sobre eso.
Lo cierto es que la aprecian mucho. Sobre todo los niños, pues cuando la visitan les da golosinas y galletitas que ha preparado especialmente para ellos y se toma tiempo para sentarse y con mucha paciencia ,les cuenta historias sobre hadas. estrellas perdidas, hojas que lloran, gatos que vuelan, una princesa con cabellos largos que espera a su príncipe mirando desde una ventana del castillo, elfos que hacen picardías, ranas que cantan a la luna, gallos afónicos, burritos que hablan y siempre termina contando la historia de un bebé que por ser tan bueno, fué iluminado por un lucero.
Los niños,casi sin respirar, la escuchan embelesados.

Para el tiempo de Navidad hace galletitas con lindos colores y figuritas de ángeles y estrellas que regala a los niños del pueblo y los despide con cariño, diciendo que eso la ha cansado mucho y quiere irse a la cama.

Pero siempre pasa algo extraño....... Luego de media noche,cuando los pobladores regresan de la misa a sus hogares y pasan por el camino que está cerca de la casa de María, juran haber escuchado el llanto de un recién nacido.
Curiosos,todos los años le preguntan si ha oído algo.
Y todos los años,María responde lo mismo: ".....creo que habeis soñado.....aunque vosotros sabeis que yo amo a todos los niños del mundo....." y mientras responde, sus ojos se elevan brillantes hacia el cielo y sus palabras son llevadas por la brisa que se esparce por toda la tierra como una canción de cuna, un himno de amor y esperanza para todos los seres de buena voluntad que pueblan nuestro planeta.

Hilda Breer

1 comentario:

Maria Rosa dijo...

Bello cuento amiga,tierno y dulce,me gustó
Un abrazo
Maria Rosa