
EL SONAR DE LOS CASCABELES……. (CUENTO DE NAVIDAD).
Recuerdo claramente aquella Nochebuena, la casa llena de adornos con motivos navideños el pino era regordete lleno de luces blancas con grandes moños y listones azules, las esferas eran unas burbujas de cristal también azul como el cielo dónde Jesús, el hijo de Dios vive. Bueno eso me decía mi mami cuando yo era niña y al paso de los años estoy segura de que es así…… en aquellos tiempos tenía tan sólo 4 años de edad y era traviesa como una cabra desbocada nadie me paraba; me ilusionaba por los regalos que el niño Dios nos dejaría a mi hermano y a mí al pie del árbol juntito al nacimiento pero más aún me emocionaba ver como arrullarían al pequeño hijo del creador en ese lienzo blanco rodeado de caramelos justito a la media noche del 24 y la música era ¡única! Como olvidarla, se dejaban escuchar los alegres compases de villancicos con sonoros cascabeles para lo que sería una gran fiesta familiar en mi casa.
Esa noche ocurrió todo lo que ya les conté pero lo que no les dije fue que yo tenía un amigo secreto, un niño de mi edad al cual sólo yo podía ver, con el que charlaba y jugaba todo el tiempo y justo cuando más feliz estaba se parecía él y éramos dinamita pura , esa noche no podía faltar y en cuanto llego me tomo de las manitas y bailo conmigo al compas de los cascabeles yo me canse y le dije que mejor jugáramos a la granja y ambos tomamos borregos del nacimiento, trajimos heno y pajitas para hacer nuestro corral dónde pondríamos más animalitos tomados del mismo sitio dónde por cierto corría agua en un río artificial que mi papi compro, y mi amigo al verlo me decía , ¡mira Lau que lindo corre el agua! ¡Y el molino gira! ¿Cómo funciona?, le dije: ¡No sé!, Mí amiguito invisible corrió para traer más animalitos sin pensar salí a toda carrera tras él y para mala suerte tropecé cayendo boca abajo en medio del hermoso nacimiento y les diré que todo absolutamente se rompió menos el niño Dios éste lucia intacto, ni un solo raspón incluida yo, pero mi vestido quedo mojado y tapizado de astillas de porcelana, de momento quise llorar pues me dolió la caída y se me salió todo el aire en el panzazo, pero al abrir mis ojos estaba encima de mi amiguito quién me sonrió y giño el ojo, me pasó una de sus manitas por mi rostro y me dijo: nunca temas siempre estoy a tu lado y desapareció; de inmediato sentí los brazos de mi papi , me aferre a él y le conté que jugaba a la granja con mi amigo Ángel y cuando corrí para alcanzarlo hasta el nacimiento me había tropezado y que él me había resguardo, apenada le dije que sentía mucho haber estropeado el nacimiento y tirado el pino navideño; recuerdo la cara de mi papi cuando dijo: ¡Gracias a Dios que sólo fue el susto! Y me beso. Todos los presentes se habían asustado muchísimo temían lo peor, mis padres respiraron aliviados al verme sana y salva por el accidente ocurrido y comunicaron a los invitados que seguía la fiesta;……………
Así de traviesa fui y hasta la fecha recuerdo a mi amigo Ángel con mucho cariño pues fue mi compañero y cómplice de juegos hasta que cumplí 10 años. Él se despidió de mí una linda Nochebuena diciéndome que jamás pasara lo que pasara, nunca dejara de soñar porque ese era el alimento de mi alma de niña, hasta el final de mis días; me señalo en el cielo un lucero y me dijo: Allí vivo, ¿vez su luz? Bueno, cuando te sientas sola y con problemas levanta tu mirada hacia el cielo y cuéntame todo lo que pasa y yo vendré a tus sueños a conversar contigo así nunca estarás sola y tendrás mi apoyo, encontraremos la forma de resolver las cosas , recuerda Lau yo viviré en tú corazón porque somos amigos “un regalo de vida para siempre”; acto seguido me dio un beso tibio y se fue dejándome una gran sonrisa porque sé que él me cuida toditos los días desde que se marcho hace 30 años en una noche como hoy!!!!
AUTORA: LAURA CORONADO
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