
Entre brumas
de matizadas esencias
oculta el sol su mortecina luz;
se sesga ajustado
mi pensamiento
en el jardín florido
de tus colores.
Surgen evocadores los tintes
del arco iris esplendoroso;
pero mis musas
juegan interfectas
con las sombras
de la muerte atea.
Un polvo gris
el horizonte cumbre
Y a lo lejos se ven los abrojos,
son quizás
cosechas de antojos
que un día
sembraron con vileza
La estación desfila presurosa
como si rápido
terminar querría;
por caminos
quebrajosos,
llenos de tierra que
sopla el viento
en arrogante impulso
de la suerte.
Pero nada está perdido
y juego así en el destino,
que perfila una corta agonía
sin cielos, pero sin vapores
del tenebroso infierno
Llegado al fin el final
y ansioso encuentro
todo se ve en mejor calado;
pues no he terminado encallado
en los brazos de la infinita muerte.
Theo Corona
No hay comentarios:
Publicar un comentario