Cuando el alma se siente fatigada
busca un lugar para encontrar consuelo
busca una playa de arenas tibiecitas
y un cielo azul que cobijarla quiera.
De puerto en puerto busca un horizonte
de cielo en cielo va buscando estrellas
buscando va las notas que combinen
con el canto de fe que le acompaña.
Un rincón en el cosmos
Un rincón donde el viento produzca melodías
Un lugar… que al estrechar las manos,
resurja un ramillete de gardenias
bañadas con cristales de sonrisas.
Un lugar donde el torrente fluya
Y le dé de beber, sorbo por sorbo
un lugar donde la roca cante,
un lugar donde la espina baile
al compás de sus pétalos de rosas.
Un lugar donde las piedras lloren
por el dulce perdón del peregrino,
un lugar que de recuerdos teja
los matices de un nuevo paraíso.
Un lugar donde por fin pudieran
Sus labios pronunciar
“Mi eterna búsqueda llegó a su fin”.
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