Cesar molina
Una taza de cafe humeante,
en el corredor del ancho y florido patio
el olor profundo que lo invade todo
unico,irrepetible,solo identico a si mismo,
concentrado en su infinita potencia
que sobre el orbe flota.
negro,integro,fuerte como el monzon..
es en la taza en que se reflejan
los primeros rayos del sol..
La aurora escurre su luz
sobre la magica superficie
que hierve y exhala ese vapor milenario
de las cosas suspendidas en otro tiempo.
Entonces se escucha el canto de los canarios flauta,
la huerta familiar que florece,
el canto del gallo a lo lejos
anunciando el nuevo desafio del dia.
EL gorgeo de las palomas
partiendo en vuelo y regresando al palomar,
el pio pio de los pollos
en busca de comida,
los patos en hilera marchando hacia el amplio estanque,
el sonido vago y tenue de las flores abriendose
en la densidad del follaje.
Las sombras que reculan
cuando la luz avanza..
a lo lejos ladra un perro..
el leve frio se disipa en cosquilleos
a flor de piel,
y esa taza de tinto humeante
es justo el ombligo del mundo
de nuestro magico y tetrico mundo
que acaba o que comienza..
irrevocable en el ultimo sorbo de cafe..
un mundo de mirajes y luces..
de sombras y socabones,
de caminos indescifrables,
de anchas avenidas
que iran a ninguna parte..
presagios de retos escondidos,
manos en el camino de la busqueda
para ayudarte a caminar
cuando caes..
o para torcerte, el cuello, sin remedio!!
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